Si, soy el ‘otro lado’ del Yang, lo femenino, la tierra, la luna, la noche, la sombra. El Yin y el Yang no son absolutos, son relativos, así que juguemos a ponernos siempre al ‘otro lado’. No será acaso más divertido, más fascinante, excitante y atrevido?
Por naturaleza al ‘Yin’ le va a atraer el ‘Yang’, aunque no nos cerremos a ninguna experiencia, la naturaleza también interactúa en nosotros invitándonos (obligándonos a veces) a traspasar la línea que ella misma estableciera desde los tiempos arcanos, inmemoriales...
Cuando conocemos de sobra, dominando por tanto, nuestra propia existencia, queremos, necesitamos, nos vemos empujados a explorar otros mundos, otras existencias, otras vidas. Y aquí nos metemos de lleno en el universo de la fantasía...
Con ella, nos aventuramos en lugares míticos, inexplorados, y sobre todo PROHIBIDOS. Sin ningún tapujo, sin prejuicios y sin miedos. Con la libertad más absoluta, lo cual nos lleva a el máximo disfrute de nuestro espíritu y si, también nuestra alma y nuestro cuerpo.
Podemos ser ambos lados a la vez, la dualidad, un circulo perfecto... de sensaciones, de experiencias, de PLACER.
Crucemos pues al ‘otro lado’